Cuando una persona siente que algo en el cuerpo no funciona bien durante varios días, la tendencia es a buscar medicamentos o un médico. Hay casos, sin embargo, que esto se puede solucionar con simples cambios en la dieta.
Lo que comes puede influir directamente en los mecanismos de tu cuerpo de muchas maneras. Echa un vistazo a estos cinco problemas comunes en el cuerpo, y sus soluciones de alimentación.
1 – Falta de energía
Cuando te levantas por la mañana y necesitas un esfuerzo enorme o te sientes decaído, quiere decir que estás bajo de energías. La solución para esto puede ser el aumento de la ingesta de hierro. En el caso de las mujeres, esta situación puede empeorar durante la menstruación, ya que es entonces cuando pierden muchos minerales.
Este problema también se puede resolver con más consumo de carne roja, pescado y pollo. El hígado también se recomienda, excepto en mujeres embarazadas, debido a la cantidad de vitamina A que contiene puede dañar al feto. Si eres vegetariano, puedes consumir soja, lentejas, espinaca y cereales. En este caso el hierro no se absorbe tan fácilmente como la carne. El truco, entonces, es añadir vitamina C a la dieta. Comer carne de soya tomar jugo de naranja y la absorción de hierro será similar al de un buen filete de carne roja.
2 – El estrés
Si te sientes nervioso, la opción clásica que se recomienda es un zumo de frutas. La solución, sin embargo, puede ser la eliminación de algunos alimentos de la dieta como el café, que es famoso por dejar que la persona se mantenga despierta y un tanto relajada, pero el exceso de carbohidratos refinados también es el villano en consecuencia.
Los carbohidratos refinados son básicamente los que se encuentran en los alimentos procesados, en el que hay cambios químicos en nutrientes (por lo general, hay una falta de nutrientes esenciales). Reduce la cantidad de panes, galletas y cereales, por ejemplo, y esto puede ser una especie de «tranquilizante natural».
La razón por la cual los carbohidratos aceleran el metabolismo es la insulina, que es secretada por el páncreas intensamente cuando hay un exceso de azúcar en la sangre. La ansiedad y dificultad para concentrarse son efectos secundarios de esta aceleración.
3 – Falta de concentración
Si sientes que tu cerebro constantemente se queda «en blanco» y con frecuencia se te olvidan las cosas importantes, la respuesta pueden ser las cosas que has estado comiendo. Intenta aumentar la cantidad de grasas omega 3 y vitamina B12.
Ambos nutrientes son generalmente elogiados por sus propiedades para ayudar al cerebro. En el caso de grasas omega-3, esto es debido a que estimulan las sinapsis, que son las interacciones entre una neurona y otra. La vitamina B12, por su parte, mantiene la concentración. La falta esta vitamina causa confusión, mareos y cansancio en nuestro cuerpo.
Para el omega-3, es necesario comer principalmente pescados como la caballa, la trucha, el arenque, el atún y el salmón. En cuanto a la vitamina B12, puedes elegir los alimentos como los cereales, el hígado, mariscos, yogur, queso, huevos, jamón, además del pescado rico en omega-3.
4 – Hinchazón abdominal
Las verduras como las judías, los frijoles, la col, la coliflor y el brócoli, a pesar de los beneficios que aportan, muchos producen gases y aumentan la sensación de malestar abdominal. Las bebidas carbonatadas, como los refrescos también tienen este efecto.
Para resolver este problema, es necesario reducir el consumo de estos alimentos, sin retirarlos por completo de tu dieta, ya que proporcionan algunos nutrientes esenciales que difícilmente se pueden encontrar en otros grupos de alimentos.
5 – Calambres
Los calambres ocurren a menudo cuando hay una ausencia de electrolitos como el potasio y el magnesio. El potasio es uno los elementos más famosos que previenen los calambres, trabaja con el sodio para mantener la calidad de las contracciones musculares.
En general, cuando pensamos en fuentes de potasio se nos ocurren las bananas, sin embargo esta fruta no es la mayor reserva de dicho mineral, ya que la naranja y la ciruela casi le duplican. El magnesio, a su vez, se encuentra en los frutos secos, espinacas y otras hojas verdes. Además de estos minerales, el calcio también es buena opción para combatir los calambres.